Materiales:
- Laca para el pelo o desodorante (en spray).
- Jabón líquido concentrado (como el que usamos para lavar los platos).
- Una pajita o cañita.
- Un cuenco grande y otro pequeño.
- Agua.
- Un mechero o encendedor.
Procedimiento:
Lo primero que tenemos que hacer es coger un cuenco grande con un poco de agua y echar en él un chorrito de jabón concentrado. Lo mezclamos bien todo con ayuda de la pajita.
Una vez bien removido, cogemos el spray y lo echamos en el interior de
la mezcla a través de la pajita. Para ello, metemos un extremo de la
cañita en el cuenco y el otro lo ponemos en la boquilla del bote de
spray. Apretamos y soltamos el gas durante unos segundos. Comprobaremos que se ha formado una buena cantidad de burbujas: las burbujas de fuego ;)
Ya está todo listo. Ahora, el primer paso (y más importante) es poner al lado un cuenco pequeño con agua y humedecernos previamente la mano para evitar quemaduras. Después, cogemos una buena cantidad de burbujas con la misma mano y, por último, las encendemos con el mechero (y lo retiramos rápidamente). Observaremos cómo se forma al instante una gran llamarada en nuestra propia mano, sin quemarnos. ¡Increíble!
EXPLICACIÓN
Las lacas en spray o desodorantes son altamente inflamables. Cuando introducimos su gas en la mezcla de agua jabonosa, lo que hacemos es concentrarlo en múltiples burbujas que, al coger en la mano, se inflaman rápidamente al entrar en contacto con una llama. La reacción exotérmica que ocurre es la siguiente:
2CH3OH + 3O2 --> Calor + llama + 2CO2 + 4H2O
Por otro lado, no nos quemamos la palma de la mano porque la capa de agua que nos echamos tiene una alta capacidad calorífica, es decir, el calor generado por la reacción se disipa en el agua.
ADVERTENCIAS
Recoger el pelo y ponerse gafas protectoras.
Alejar el tarro de la mano cuando enciendas el fuego.
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